Optimizando el rendimiento de tu ordenador: aprovechando los núcleos del procesador y la memoria RAM en Windows 10
El procesador y la memoria RAM son dos componentes cruciales para el buen funcionamiento de un ordenador o teléfono móvil. Un equilibro adecuado entre estos dos elementos garantiza un rendimiento óptimo. Sin embargo, a veces no se utilizan al máximo en nuestro equipo. En este artículo, aprenderemos cómo aprovechar al máximo la RAM y los núcleos del procesador en Windows 10, para aumentar las prestaciones de nuestro dispositivo.
En cuanto al procesador, cada vez más, los fabricantes están incluyendo un mayor número de núcleos. Por defecto, cada núcleo se asigna a una tarea específica. La lógica nos indica que un procesador con más núcleos es más potente. Sin embargo, no siempre se garantiza un rendimiento máximo de esta forma.
Existen otros factores a considerar. No todos los programas pueden aprovechar al máximo un procesador, ni utilizar todos sus núcleos para realizar tareas. Por ejemplo, si instalamos una aplicación que solo utiliza un núcleo, un procesador de dos núcleos podría ser más efectivo que uno de cuatro a menor velocidad.
En cambio, cuando una aplicación puede utilizar varios núcleos simultáneamente, no hay duda de que se obtendrá un mejor rendimiento con un procesador de cuatro núcleos, incluso si estos son más lentos.
¿Deben activarse todos los núcleos del procesador?
Por tanto, está claro que, si las condiciones son iguales, lo más recomendable es tener todos los núcleos de nuestro procesador activados. Aprovechar al máximo la potencia que nos ofrece es lo mínimo que se espera de una buena CPU.
Actualmente, los sistemas operativos como Windows activan automáticamente todos los núcleos del procesador. No es necesario que nosotros los configuremos o instalemos un procesador específico. Windows 10 detectará todos los núcleos y los utilizará. En versiones anteriores, como Windows 7 y Windows 8, se solían desactivar automáticamente algunos núcleos si no se estaban utilizando.
Sin embargo, debemos tener en cuenta algo más. Aunque los núcleos estén activos, es posible que Windows 10 los desactive o los reorganice según sus necesidades de rendimiento. Aunque no es común, a veces podemos notar una reducción en el rendimiento de nuestro ordenador debido a núcleos desactivados.
Además, como mencionamos anteriormente, el rendimiento del procesador también depende de la configuración de las aplicaciones individuales, las cuales podrían no estar optimizadas para trabajar con tecnología multinúcleo.
¿Y qué ocurre con la memoria RAM?
La importancia de la memoria RAM en tu equipo
La memoria RAM es un elemento fundamental en tu equipo, ya que carga y almacena todas las órdenes que ejecuta la CPU. Esto significa que permite a los programas y aplicaciones realizar sus tareas de manera eficiente.
Es posible que la capacidad de la RAM esté limitada debido a la configuración predeterminada al instalar Windows 10. Otra razón común por la que no se utiliza al máximo toda la RAM es porque una parte se dedica a la tarjeta gráfica. Aunque generalmente la gráfica no requiere recursos extremos (entre 8 y 128 megas), si tu RAM es muy limitada, como por ejemplo 2GB o menos, podrías notar ciertas limitaciones al ejecutar ciertas tareas. Sin embargo, si tienes 4, 6, 8 o 16 GB de RAM, esto no debería ser un problema.
Posibles conflictos con el sistema operativo
Puede surgir un conflicto si tienes instalada la versión de 32 bits de Windows 10, ya que esta versión no puede utilizar más de 4 GB de RAM. Por lo tanto, si tienes 6 u 8 GB de RAM, parte de ella quedará sin utilizar. Esto no ocurre con la versión de 64 bits de Windows, que puede aprovechar más recursos de la RAM.
Es muy fácil verificar esto a través de las especificaciones de tu sistema operativo. Una forma de hacerlo es buscar «Panel de control» en la barra de búsqueda de Windows y luego seleccionar «Sistema y seguridad» y finalmente «Sistema». Aquí podrás ver la capacidad de tu memoria RAM instalada y qué parte es utilizable.
Pasos para utilizar toda la RAM y los núcleos
Después de entender los posibles problemas con la asignación de los núcleos del procesador y la RAM, vamos a ver los pasos que debes seguir para solucionarlo y maximizar el rendimiento de tu equipo.
Usar la configuración del sistema
- Presiona la tecla Windows + R para abrir el cuadro de diálogo «Ejecutar».
- Escribe «msconfig» en la barra y presiona Enter.
- Se abrirá el panel de Configuración del sistema.
- Selecciona la pestaña «Arranque».
- Bajo el cuadro central, encontrarás el botón «Opciones avanzadas». Haz clic sobre él.
En esta nueva ventana, encontrarás la configuración de los núcleos del procesador y la memoria RAM. Aquí podrás ajustar la configuración para optimizar el rendimiento de tu equipo.
Configuración de núcleos y memoria RAM en Windows
En Windows, tenemos la posibilidad de configurar la cantidad de núcleos y la memoria RAM que queremos utilizar en nuestro equipo. Esto puede ser útil para optimizar el rendimiento o solucionar problemas de compatibilidad. A continuación, te explicamos cómo hacerlo:
Configuración de núcleos
En primer lugar, si quieres que todos los núcleos de tu procesador estén activos, asegúrate de que el cuadro «Número de procesadores» esté desmarcado. Sin embargo, si deseas activar solo una cantidad determinada de núcleos, marca la casilla y utiliza el menú desplegable para seleccionar los núcleos que deseas activar.
Configuración de memoria RAM
En cuanto a la memoria RAM, si la casilla «Cantidad máxima de memoria» está desmarcada, Windows asignará automáticamente la totalidad de la memoria RAM disponible a las tareas correspondientes.
Pero si marcas el cuadro «Cantidad máxima de memoria», podrás configurar manualmente el valor. Para ello, debes introducir la cantidad total de megabytes (MB) que soporta tu sistema. Por ejemplo, si tu ordenador tiene 6 GB de memoria RAM, debes multiplicar esta cifra por 1024 (6 x 1024 = 6144). Esta es la cifra máxima que puedes introducir en la casilla.
Comprobaciones en caso de error
En caso de que Windows no permita utilizar todos los núcleos y la memoria RAM al completo, puedes realizar algunas comprobaciones para solucionar el problema:
- Verifica que los módulos de RAM estén correctamente instalados y en buen estado. Si es necesario, limpia los contactos y asegúrate de que estén en la posición correcta.
- Asegúrate de que los módulos de RAM sean iguales y tengan la misma capacidad.
- Comprueba si algún programa está reservando memoria RAM para el uso de vídeo.
- En la configuración de la BIOS, verifica el uso de memoria compartida para la GPU. Si es necesario, restablece la configuración de la BIOS o actualiza el firmware.
- Actualiza los controladores de hardware de tu equipo.
Una vez que hayas realizado los ajustes necesarios, haz clic en «Aceptar» y habrás completado el proceso de configuración.
Recuerda que los cambios en la configuración de núcleos y memoria RAM pueden afectar el rendimiento y la estabilidad del sistema. Es recomendable hacer ajustes con precaución y realizar pruebas para asegurarte de que todo funcione correctamente.